domingo, 8 de mayo de 2011

El Hijo Pródigo

Salí de casa como no sabiendo donde iba, la noche mas obscura que de costumbre, la calle en silencio, iba con vaqueros y camiseta de tirantes -poco me importaba como me veía- como dije, quería pensar que solo vagaría un rato, que charlaría con un par de putas como de costumbre y luego volvería tranquilo al hostal, cuando me vi desnudo en Odarko me rei por dentro.

Odarko me recuerda a mi Padre -no porque el viejo sea exhibicionista- para ser precisos me recuerda a las charlas con el viejo. Desde siempre mi viejo ha sido un mujeriego, el tipico chico guapo, de personalidad atrayente y ese don de decir lo que la chica necesita escuchar para abrirse de piernas, cuantas mujeres se habrá follado en sus cincuenta y pico años? no tengo idea, solo se que es un record envidiable, por supuesto siendo yo su único hijo me crió para seguir sus pasos, casi funciona......casi

Primero la actitud, me decía -la luz tenue siempre me hace sentir bien, no porque esconda los defectos sino porque siento como si un foco me alumbrase solo a mi- es importante tener una actitud confiada, seguro de ti mismo pero sin llegar a ser un creído -cobro la consumisión y pido una tónica (hoy no quiero beber) sonrio al camarero que ya me conoce y le doy un par de besos a un chico que me folle hace un par de días-.

Cuando estés en una barra mira hacia abajo un segundo y busca las piernas que te gusten -con mis ojos plantados en un bulto bien delineado por un suspensorio negro bebo lentamente la tónica, mi cabeza quiere seguir buscando pero mi verga ya decidió con que culo quería comenzar, me sonrío y muerdo despacio mi lengua, mis ojos se mueven rápido de ese paquete directo a los ojos del dueño y se posan en el- no se las mires mucho rato para que no te crea descarado, busca su rostro con una mirada delicada y no se la apartes, que sepa que estas interesado en ella y solo en ella, ya sabes lo posesivas que son -sigo mirando a los ojos, me ha mantenido la mirada lo suficiente, pero yo quiero seguir, me gusta ver como se van desesperando si no actúas, pensando tal vez en que eres un paleto o un calientapollas, cuando menos lo espera le saco la lengua, no con sensualidad sino tal y como lo haría un niño de cinco años montado en el coche, se sonríe escondiendo la cara, con una ceja levantada recuerdo la tercera lección.

Rompe el hielo con una idiotez, cáete, bota los libros, me decía mi padre y me contaba la de cosas que hizo para lograr entablar conversación (que luego terminaba en cama claro) con una mujer, desde caerse en el supermercado hasta dejarse atropellar -me queda poco de tónica y ya es momento de actuar, tanta carne fresca y desnuda en el bar me estan poniendo aún más cachondo asi que dejo el botellin en la barra y camino en dirección al paquete con suspensorio, directo a el desde el otro lado de la barra, me le planto delante y acerco mi cara a la suya como queriendo darle un beso, me detengo a pocos milimetros y le regalo un soplido en los labios, me alejo rozándole suavemente el culo, el me sigue, lo detengo junto a la cama de cuero, me pide ir a una cabina -No seas egoísta- el exhibicionista hablar por mi.

Siempre al cuello, hijo, me decía el viejo. Pasa la lengua suave, humedece la piel y luego la soplas sin tocar nada más, con cuidado como si pudieses romperla- a esta altura el paquete del suspensorio bufaba mientras mis dientes apretaban su nuca y mis manos jugaban con sus pezones, movía el culo en círculos sobre mi verga dura- Lo más importante, Brako, si heredas la mejor parte de tu apellido, ve con cuidado, hay chicas estrechas que no te aguantaran tan fácil, ve con cuidado y de a poco, preguntando siempre si les duele o si les incomoda.

Ese último grito fue acompañado de varias corridas, la mía dentro del culo con suspensorio a la vez que su dueño se corría con mi verga dentro, varias otras corridas de la gente que miraba acompañadas de sonrisas amplias y palmadas en la espalda, el preservativo fue a parar a algún rincón de la oscuridad obscena de la sala. Mi cuerpo volvió a cruzar -esta vez brillante del sudor- por entre el público, las palabras del viejo volvieron a resonar claras en mi cabeza -luego de eso no te dediques a pensar mucho, hacer el amor es maravilloso, tener sexo es práctico, da todo lo que tengas, obtén todo lo que quieras y sobre todo, jamás de tu número de teléfono-.