martes, 24 de enero de 2012

Noche de Verano

tac.....tac......tac.....tac una gota tras otra, tac......tac....... acompasadas por un vals mudo que resuena en las paredes....tac.....tac.... podría ser gotas de lluvia, pero el verano en Santiago es seco, seco como mis manos en la playa donde solíamos ir con mis padres de niño -ese también es un recuerdo seco- seco como los colchones de pluma de ganso en el hostal Alemán aquel donde alojábamos cerca de Puerto Montt -ese recuerdo es un recuerdo muerto- muerto como mi garganta esta noche de verano en Santiago.

Si trato de hacer memoria no tengo muy claro como llegue aquí, supongo que tome mal una curva en la adolescencia, pensar que hubo un momento en que todo se veía más fácil hace que mi cabeza quiera explotar, solo se que aquí estoy encerrado en el tercer piso de una casa del barrio alto de Santiago, a unos 500 metros de la ventana veo una patrulla policial fuera de una casa hermosa, el presidente debe estar descansando sin sospechar de la huelga que habrá mañana, es media noche en punto y mi copa de vino no deja que descanse, es un sangre de toro 99' de Catalunya.... soy un sentimental.

tac.....tac... deja de gotear derrepente, el vino esta haciendo efecto

Después de tres horas conectado a perfiles de sexo en linea, chat,  Grindr y cuanta forma de contacto existe me he dado por vencido, saldría a buscar algo por la calle pero mi barrio me lo impide, no se que tiene la sociedad en Chile pero si eres de "cierta clase" no se supone que necesites una verga en el culo de vez en cuando, así que a esta hora en vez de estar los sedientos desvelados como yo, en la calle, están en bares de la zona centro, matándose a pajas en el baño o en sus casas follando a sus mujeres con una foto de Ricky Martin en la cabeza o, en el peor de los casos, visitando los baños de los seminaristas (a esta hora los monaguillos duermen). Aún así la noche esta buena así que me corro una paja mirando un blog de vídeos pornos y salgo a caminar.

El viento fresco siempre ha sido un poco hijo de puta, creo que muy en lo profundo de su escencia sabe cuanta nostalgia me trae cuando me sopla en la cara, esta noche no es la excepción, cruzo camino el alba rumbo al norte, caminando siempre por San Carlos de Apoquindo, el viento es algo más que una brisa y siento mis ojos cristalizados aunque, la verdad, no se muy bien si es lo helado del viento o el recuerdo de un árbol sobre el cual conversaba con las corrientes de aire. La noche esta mas oscura que de costumbre, me parece al echar un vistazo al cielo, enciendo un cigarrillo y sigo caminando, ni un perro en la calle, ni una nana, menos aún un residente -según yo nadie vive aquí, solo empleadas y jardineros-, un pájaro canta lejos, es un canto triste, lento y sufriente, como buscando algo, como no aguantando más, me traspasa el corazón y mis pelos se ponen de punta, un escalofrío me sube por la médula.

La noche se ha vuelto mas oscura, me cuesta ver, el impacto inicial me ha dejado sin respiración y mi espalda se ha encorvado, apenas soy consiente pero se que no fue el pájaro lo que me asusto, es esa mirada que se ha clavado en mi espalda; intensa, oscura, conocida. Me apoyo en un árbol, no puedo seguir caminando, la boca seca, mi corazón late fuerte y sin ritmo, la mirada nublada apenas puedo ver, siento que algo me esta rozando la entrepierna -en que momento se puso dura?- una mano tal vez, otras dos me cogen del culo, al lado de una oreja algo húmedo me recuerda la lluvia intensa de la primavera en Madrid, siento que mi conciencia se va, entre balbuceos sonrío con el miedo retumbando en la calle. Dos chorros cálidos amargan mi boca al mismo tiempo que algo que parece una corrida sale de mi verga, tac-.......tac........tac no se si es mi sudor lo que cae acompasado, luego....todo es silencio, todo oscuridad y el viento frío de esta noche de verano.