lunes, 21 de noviembre de 2016

"Quién no se ha visto a si mismo con los ojos de la soledad ni ha llorado en sus brazos ni ha salido a caminar solo con su compañía, no es sincero al compartir su vida con alguien pues no comparte nada, solo delega en los brazos de otra persona su incapacidad para ser quien es. Tampoco ama realmente pues no se puede amar a alguien sin antes amarse a si mismo y nadie puede amarse a si mismo si no sabe quien es."
“Y tendría yo que sentarme en la hierba fresca,
alli donde la tierra se extiende mas alla del horizonte, 
echar raíces que escarben profundo entre las rocas 
y esconder mis penas donde las nos halle ningún hombre. 

Hare de mi piel corteza dura y arrugada, 
en cada hendidura grabaré un nombre, 
como una galería de fantasías arruinadas, 
como el mausoleo de mi soledad tallada en Roble. 

Creceré y creceré queriendo tocar la nostalgia de un atardecer de cobre, 
creceré y seré como un árbol, eterno, inmóvil, sin temores, 
mi sonrisa florecida allá en la copa, 
en lo alto, donde el tiempo no la toque”.